Pisando a fondo el freno, mirando y... qué demonios?

Aún no sé si fue una pesadilla o algo real. Me queda poco para descubrirlo aunque eso no hará que se me olvide lo que tengo en mi mente. Sigue ahí y ahí permanecerá porque Murphy lo ha estipulado. Estoy casi por borrar mi entrada de ayer, es muy posible que ahora no sean más que el recuerdo de un par de noches de tranquilidad. Os pondré en situación y advierto que esto es tan verídico como que hoy es hoy.

Hallábame en mi cuarto, despidiéndome de la última persona con la que hablaba a eso de la 1 de la madrugada. El sueño habitaba en mí y fui sutilmente tentado a una postura mejor en la cama. Acepté, no sin antes colocar el portátil en una mesa para ver una película el tiempo que me dejase mi cuerpo. Me estaba gustando la trama, aunque en uno de mis múltiples parpadeos me encontré una media hora más avanzado en el tiempo y las escenas no encajaban. Cuestión de parpadeos.
Decidí que ya era hora de deleitarme con un parpadeo ligeramente más extenso, así que apagué el portátil y cerré los ojos. Oh, que gran sensación, ese pequeño tiempo de parpadeo que regala nuevas fuerzas para este día que comienza con mi misión de defender el piso, pues soy el Guardián del mismo.
Creí que no podía mejorar mi situación, pero se ve que nuestro amigo Murphy es capaz de sorprender hasta a él mismo, esta vez se superó. A mis oídos llegó la dulce melodía del timbre de la puerta. Mi despertador marcaba las 03:26 siendo visto a través de unos ojos que apenas diferenciaban entre un insecto y un planeta. Como consecuencia de ser informado de la hora, mi cuerpo fue aguantado por algo fantasmagórico, llevando mis manos a mi móvil y dejándolo reposar en mis manos como si se tratase de un pájaro herido. Al poco el "pájaro" pió con una música impropia de estas aves, pero dando cierto sentido a lo que ocurría en el timbre. Bonita amistad que existe entre amigos, sobre todo cuando te comentan fervientemente sobre detalles superfluos.
Respondí al móvil de forma inconsciente, como si me encontrase en un sueño. Era un antiguo amigo que ya me hizo lo mismo en mi etapa en el colegio mayor, sólo que aquella vez optó por entrar en mi cuarto a una hora similar porque el aburrimiento se agarró a su espalda. Tenía las llaves del piso pero no podía abrir la puerta por motivos desconocidos, presumiblemente el cerrojo manual. Touché.
Al parecer su mejor amigo, compañero de piso de un escritor de ustedes, le dejó las llaves del piso para disfrutar del fin de semana con su novia para hacerme compañía, supongo. (El lector ha de saber que este nuevo acompañante sigue viviendo en el colegio mayor, donde la compañía fémina en cama está bien prohibida)
Marioneteando llegué a la puerta, desbloqueé el cerrojo y vi una cara de sorpresa y risa de circunstancia seguido de un saludo procedente de su novia. Me hubiera quedado a hablar pero mi almohada tendría celos, y ya se sabe lo que pasa si eso llega a suceder. Me dieron la buena noticia que ellos cerraban y se las apañaban solos, dando a mis pies un repentino acelerón a través del pasillo para realizar el salto del ángel dirección cama. Creo que me dormí al aterrizar pero eso ya es lo de menos.
El despertador marcaba las 03:34 antes del susodicho salto mientras se ríe de mí interiormente.

Como he dicho, Murphy se las sabe todas. Adiós a mi fin de semana de soledad. Pero esta compañía no es para desagradable, ni mucho menos. Estarán bastante tiempo por ahí y es muy posible que apenas nos crucemos. Y en cierta manera se ha cumplido el objetivo, hay una chica en el piso para este puente aunque venga acompañada por su novio. Hace tiempo ella me dijo que quería buscarme una novia. Suerte, le hará falta.

Observando el horizonte, mirando a los peatones y suspirando

Pero por ellos, oigan, no por mí. Bueno, quizás por mí también pero eso es otra historia más fea para algunos. Es que hace un calor en esta ciudad que te deja bien tostadito. Ríanse ustedes de veranos precedentes y de exóticos calores en tierras alejadas. Se ve que también se toma vacaciones el calor y viene por aquí.

Este fin de semana, puente en Sevilla, me he autoproclamado como "Guardián del piso" debido a la escapada en masa de mis compañeros de piso. He de decir que ese título honorífico no fue creado por mí, sino por unos amigos que conozco de Jerez, quien uno de ellos suele quedarse solo los fines de semana. Por una vez, estaré siendo dueño de mis actos sin que haya nadie que me diga nada, estaré solo todo el tiempo, cantando en la ducha, almorzando y cenando viendo la tele y el canal que quiera, o alguna serie (aunque ya pocas, gracias querido gobierno) en mi cuarto sin que me digan que no hago vida con los demás. Hay uno con el que no encajo y los otros... uno más y otro mucho menos.

Ha sido una buena mañana, estudiando todo el tiempo, así como estaré el resto del puente. No tengo intención de hacer mucha más historia, porque entre la F1 y la final de Champions de mañana... Ahí tengo todo, hay mucho que estudiar estos días y me apetece estar solo, la verdad. En un rato me prepararé el almuerzo mientras veo la clasificación de los coches y luego seguiré estudiando.

Jo, un fin de semana para mí solito. Parece un sueño pero no lo es. Lo voy a aprovechar al máximo. A pesar de eso, sacaría tiempo para preparar algo como una cena, un paseo por el centro dada la gran temperatura nocturna, una visita a la azotea del edificio mirando las estrellas estando tumbado para una chica muy especial que estuviera aquí en la ciudad, pero o no está o no la conozco. No importa, ya llegará, cada cosa a su tiempo. Con un poco de suerte puede ser una princesa roja.

Tengo la ilusión y esperanza de que un día lo haré. Siempre adelante.

P.D. Se agradece cualquier forma de comunicación con yo durante el finde.

Poniendo el aire, cerrando las ventanillas y quemándome las manos.

Hijo de su madre, el volante quema que da gusto. Mira que me gusta el calor pero esta vez se ha pasado, tenía que llevar el coche casi con los índices mientras esquivaba prisas y ansia viva de los padres por recoger y/o llevar a sus hijos a casa. No importa, ahora estoy en la facultad muriéndome un poco menos de calor hasta que entre a prácticas a las 17:30. Son las 16:01, vamos bien. Hay que hacer poco tiempo, aunque hasta la cena ya es algo más normalito el tiempo que queda por hacer. Y mañana tengo un partido a las 3 de la tarde (así suena peor) en Sevilla (así ya suena derretido) y de competición, no algo amistoso. Por lo tanto, mi funeral será a eso de las 3 y pico, cuando mi cuerpo esté como ahora mi cerebro, derretido. Espero que vengáis.

En realidad empiezo esta entrada y la continuaré a las 23:15 de la noche en la azotea de mi piso y demás cosas que comentaré cuando me encuentre allí, si es que no me pierdo en el camino. Nah, quizás mañana, será mejor para todos.

(Ya son las 23:30)

Dispongamos. Yo sentado en azotea, con música tranquilita que invita al silencio y al interior. Antes de eso apenas se escuchaban motores y otras ciudanadas. He hecho un par de fotos, pero no van más allá de ser unos pocos puntos blancos caóticos en medio de la tenuidad de los tejados. 2º intento nulo. Y ya se fue la luna llena. Tendría que haberme echado una foto con ella, en plan colegas. La próxima vez lo conseguiré. Hace buen tiempo, pero mola más con el calor, que los edificios se derriten.

La verdad es que hoy no tengo apenas nada para transmitir, simplemente sigo vivo, que ya es mucho, y que estoy contento sin motivo. Bueno, hoy hice un examen de alemán y creo que me fue bien aunque ya me llevaré el palo la semana que viene y mañana juego dos partidos, uno a las 3 de la tarde con pleno calor sevillano. Ahí, a hacerse bien y ser un Manu muy pasado por la brasa y la flama.

Creo que es la peor entrada que he hecho hasta ahora. Tanta palabra y expreso más con un sencillo "Buenas noches ^^"

Apurando los semáforos, cambiando de carril y llegando justo a tiempo

Ya tenía ganas de pasar por esta carretera. La tenía dejada desde hacía unos días y las señales empezaban a aburrirse y retirarse. Como ese día que me fui a mi ciudad a las 3 de la mañana... No estaban ni las líneas. Venga, arriba, chicas... Que quiero ir a casita a dormir un poco. Gracias.

Me decidí a escribir esta noche porque lo tenía pensado, varias ideas que se aglutinaban en mi cabeza y como se aburrían, también se iban. Hoy todo el mundo se va. Pero vi la hermosa luna llena, la cual os recomiendo que os levantéis y vayáis a verla si es de noche y os quedéis un ratillo mirándola, merece la pena verla y no recordarla. Pero no mientras conduzcáis, tiene sus pequeños riesgos. Aparte del intento de unión de dos coches en uno, el molestar a los de la grúa y a las palomas cercanas por el estruendo.

Resulta que me enteré de un par de cosas un tanto chocantes hace un par de días. Una es que las plantas ven más frecuencias que nosotros, ellas ven todo el rango de los ultravioleta (así hacen la fotosíntesis) y nosotros apenas vemos el un pequeño rango que llamamos visible. Ellas van sin ojos. Deyate. El problema es que el otro no lo recuerdo ahora mismo, cachis. Era algo relacionado con el color también, pero son cosas de la edad, ya no me riega tanto.

Sí, son cosas absurdas, pero me molan. Creo que a alguien podrá sacarle una sonrisa o hacer que diga "Vaya pérdida de tiempo y cosa tonta" pero se reirá, con lo que el objetivo se cumple. A veces pienso que uno de mis objetivos en este planeta, que ya veremos en el próximo, es intentar hacer reír a la gente, ayudarles en todo lo que pueda, motivarles y que vean que la vida es tan seria que hace gracia. Como la rutina. Ya lo hicieron los geniales Tip y Coll, una cosa tan simple y mecánica la llevaron al extremo, donde me mola estar a veces:

Lo siento, pero me sigo emocionando con el final, extiendo los brazos hacia fuera como si fuera un hecho histórico, que lo es. Los tengo como uno de mis muchos ejemplos a seguir. La rutina como algo divertido y cómico, me apunto. Paso de ser parte del montón de personas, que de esos hay muchas y sobran. Por eso me gusta hacer sonreír a la gente, para mirar sus sonrisas. Y ¿sabes qué? Tu sonrisa es de las mejores que nunca he visto, no la pierdas nunca, hace mucho bien a todos los que te rodean. Tendrás tus momentos malos pero... con las sonrisas que creaste te sentirás de la misma forma que tratas al resto del mundo. Yo creo en ti.

P.D. ¿Has ido a ver la luna? Pues ve, y si es de día prométeme que irás al anochecer.

En el taller, haciendo tiempo y ordenando los cables

Moskis, halláseme en el taller. He tenido un percance tela de divertido. Me torcí un tobillo. Y todo por evitar que otra persona se llevase un pelotazo. El portero, y aunque sea su misión y no le conocía de nada, me daba pena, él no tenía la culpa de nada y seguía sin quejarse. A veces hay que hacer actos tremendamente estúpidos por lo que puse todo mi potente y ancho cuerpo (que es tímido, por eso no se muestra mucho) ante el bicharraco que disparó y mi querido amigo que conocía hacía 20 minutos. Resultado: Esguince del tobillo derecho, descanso obligado al césped artificial, creación de miles de nuevos amiguitos negros (esto es porque la pista era de césped artificial, y tiene mogollón de taquitos negros no mayores de un milímetro que se adhieren a la piel como un político a un plan rocupto) y llamar la atención, pero esta vez no me quedaba otra, ellos vinieron a mí. Creo que la situación lo requería, pero otras pues no, y de eso me quiero hablar a mí mismo. Quizás os enteréis, pues a veces pienso en alto, pero... ¡¡¡al turrón!!!

Seré conciso, tengo afán de protagonismo, y aún quedan en mí restos de egocentrismo. Así, sin más, como las inyecciones de las enfermeras. Vale, ahora quizás alguien (espero que) diga que no, que así somos todos, que es natural y tralarí tralará. No es excusa válida, ni aunque el resto sea así. ¿Acaso voy a fijarme en el comportamiento del resto para decidir cómo he de actuar? Pues sí, a veces lo hacemos, lo hago y puedo hablar en futuro, ser vidente con este caso, sin cobrar y acertando, ¿dónde se ha visto eso? Reconozco que varias veces he sido muy dependiente de los demás, que influía mucho lo que pensasen de mí para que pudiera seguir con mi camino. He querido ser protagonista de historias, que supieran de mí y sentirme parte de un equipo que todavía estoy buscando. No importa, un día lo encontraré, y si no lo hago, viviré mejor que si voy con la idea de que no hay un sitio para mí en el mundo. Si todas las piezas del puzzle tienen su sitio, yo debo y creo que he de tener uno. O pediré un sitio en otro planeta, quizás Marte, que está bien surtido por su escasez.

Que le den a mis antiguos pensamientos e inseguridades, voy a seguir mejorando, a contar con mis amigos cercanos y lejanos, mis amigos de verdad y que me apoyan. Creo que estar mis 4 primeros años en una "cárcel" opusina no me han venido muy bien... pero tampoco muy mal. En todos sitios se aprende, se aprovecha algo. No nos solemos comer la piel de las piñas, malacatones o kiwis (en fonético,  kíui)

Sólo pienso en seguir con mi PFC, en acabarlo, en un par de planes de verano, y como objetivo a corto plazo, curarme el tobillo. Incluso al ir hace unos minutos a la farmacia para comprarme Ibuprofeno me ha dicho una desconocida "Que te mejores" pero miraba a otra mujer, sospecho que sería a ella pero me da igual, le dije "Gracias"

P.D. Hay dos ascensores para mi edificio, y una mujer con su hijo no han ido en el que estaba abajo porque no les hacía chiste, cita textual. Lo corroboro, ese ascensor no cuenta chistes buenos, pero le voy a seguir dando oportunidades, lo mismo me sorprende mañana por la mañana, que he de estar fuera, en cierta manera porque quiero y me organizo mejor el día, desde las 9 y pico hasta las 11. Que mis paredes me echen de menos.