31/12/10

Ruedas clavadas en grava, chaleco reflectante e intermitentes puestos.



Un viaje para ver a la familia, un momento de reencuentro, un regreso a la casa que te vio nacer y los que te vieron nacer... Y a veces es como si no mereciera la pena.

Conduzco yo, vamos todos los coches juntos, la familia al completo.En un tramo de la carretera bajamos una gran pendiente que posee una zona de frenado de emergencia a la cual tengo que acceder porque me he pasado un poco por diversas razones que ahora expondré brevemente. La cuestión es que apenas se paran, sólo me gritan que estoy distraído, que no estoy en lo que tengo que estar y apenas se preocupan por mí. Si ya lo pasé mal el año pasado por la soledad, esto no ayuda. Estoy deseando ver una salida de esta carretera que me lleve a cualquier sitio donde pueda estar un año entero, necesito empezar de nuevo.

Ya ayer me sentí como un títere, que me llaman para arreglar ordenadores, hacer trabajos para ellos e incluso en un caso particular, que me quieren porque han de quererme, no por mi forma de ser y lo que hago. Casi que lo hacen porque han de más que porque quieran. Mucha palabra y poquísimos hechos, y a pesar de eso mi cabeza se olvida de esas cosas y sigue haciendo todas estas cosas sin pensar en recompensas ni agradecimientos, sólo lo hago porque me piden algo, aunque me empieza a bajar un poquitín la ilusión. Ilusión que continúa a pesar de que cuenten historias y batallitas que jamás había escuchado ni de refilón y las escucho cuando se la cuentan a primos, amigos... pero nunca van dirigidas a mí. Y eso me duele.

Lo que volví a sacar en claro ayer, y os lo recomiendo a vosotros para que no os pillen ni os acusen por una tontería por haber estado cabreados y soltar algo en caliente. Sed pacientes, no merece protestar ni reprochar, decidle lo que quieren escuchar pero de forma inteligente, controlad la situación. Si es un caso perdido y no os lleva a ningún sitio intentad salir con el menor daño posible y estad y hablad con quien de verdad os guste, vuestros amigos de verdad, gente de plena confianza, gente que yo llamo porque les daría a ellos las llaves de mi coche y os apoyan en todo momento. Si es necesario te puedes desahogar con ellos aunque yo pienso que lo mejor es disfrutar el momento, sentir esa sensación de amistad, confianza y relajación que todos necesitamos y que los problemas que no merecen la pena afrontar se evaporen. Vosotros podéis hacerlo.

Hay un momento para el valor y otro para la prudencia, y el que es inteligente los distingue.
(Extraído de "El club de los poetas muertos", película MUY recomendable)

Feliz año a todos ^^

20/12/10

Entreabriendo ventanilla, poniendo música y agarrando el volante.



Y mi volante me ha llevado esta vez a un pequeño tramo de carretera en la cual tenía que agarrar el volante durante un tiempo. La verdad es que me ha dolido no haber escrito durante tanto tiempo pero he tenido un examen bastante importante y un gran problema familiar, y antes de eso me puse a escribir algo pero no me quedó nada claro lo que iba saliendo, era una carretera comarcal de ideas confusas, bacheadas y sin líneas blancas en las que guiarse. Teniendo en cuenta que escribí en una sala de estudios y no tenía nada claro lo que iba saliendo decidí hacer borrón y reciclar el texto en la medida que fuera posible.

Aquel día quería escribir sobre la fuerza interior que tiene el ser humano. Recuerdo que ya lo decía un anuncio en la televisión (de las pocas cosas buenas, y encima en un anuncio) "El ser humano es extraordinario". Y muy de acuerdo que estoy. Como ya lo dijo Thatianha en su blog mientras trataba el caprichoso tema del amor, de por qué nos enamoramos de una persona en concreto y no de otra, somos así de peculiares e ilógicos en determinadas ocasiones. Yo creo que si supiéramos la verdad sobre ciertos temas como ese la vida perdería mucha azúcar, como conducir un diésel de poca potencia, y defiendo que en determinadas situaciones la ignorancia es felicidad (insisto, para determinadas situaciones) aunque todo hay que saber juzgarlo y pensar con tranquilidad lo que es mejor para uno mismo... o para los demás, que no tiene que ser lo mismo. He ahí el sacrificio.

La música es algo que me ayuda en estos casos, me relaja si es tranquila y me hace pensar, o me sube la adrenalina y me motiva de tal forma que a veces me entran escalofríos, pero quedo muy centrado en lo que quiero hacer. Por eso, si os gusta la música, no la dejéis de lado nunca, y si encima hacéis música continuad con esa hermosa labor y distracción, conseguid que vuestras palabras y emociones se expresen mediante notas, acordes y percusiones. Si todo va bien podré hacerlo este verano durante una semana y es algo que de verdad anhelo y me ilusiona realmente.

Chavales, marcad la diferencia, vosotros podéis hacerlo, ¿quiénes lo harán si no?

Con cariño a L.

7/12/10

Metiendo primera, suelto embrague y acelero.



Acelero para ir donde quiero ir, donde mi mente, mi corazón y mis ilusiones me guían, aunque a veces no se pongan de acuerdo, y es cuando empiezo a tomar por calles y salidas de forma aleatoria hasta que hay unanimidad absoluta. 

A veces he usado algo para guiarme, unas veces por probar, otras porque me perdía y tenía que llegar a algún lugar importante, pero como estaba tan extraviado y tenso no era capaz de situar mi cabeza entre los hombros ni ver el mapa y la situación con calma. Una de las personas que me ayudaba, me sigue ayudando y creo que me ayudará es, por llamarle de algún modo, L. Esta persona ha hecho que pasásemos alguna noche sin dormir hablando, riendo y comentando las estupideces y minuciosidades del mundo con un toque divertido. Me ha orientando y a veces cogido el volante para hacerme ver que estaba más perdido de lo que yo creía, me ha desempañado el cristal para que viese bien la carretera...

En fin, podría pasarme lo que resta de este mes y del siguiente escribiendo cosas de esa persona, pero sería un aburrimiento para todos, así que resumiendo... 

Muchas gracias, L. Te estoy más agradecido de lo que te imaginas.

6/12/10

Abriendo el coche, arrancando y poniéndome el cinturón.



Siempre la misma rutina al poner el coche en marcha. Irónicamente, hay muchas rutinas que destrozan, que matan y aburren a muchos, yo entre ellos, pero esa es una de las pocas de las que nunca me canso de hacer, porque lo que vendrá después es algo que me relaja, me gusta y me hace pensar (pero sin distraerme de la carretera)

Hoy es mi primer día, como muchos otros. Podría rellenarlo de esperanzadoras promesas de continuidad, interés y amistad, pero eso sería empezar como uno más. Simplemente es algo que aquí estará para todo aquel que quiera leer algo, mejor o peor, que lo que ha leído antes y visto desde otro punto de vista, si es posible.

Sé que hay una luz al fondo, una bandera a cuadros, un objetivo que me espera mientras otras cosas tratarán de impedirlo... Al menos así el camino será más divertido, también si paras un rato de conducir y eres pasajero de otro, porque de todos aprendemos, sin excepción.