Adelantando camiones, sombras y fantasmas.

Una semana. Una semana es el tiempo que ha necesitado mi cabecita en meter un volantazo considerable. Tanto que, además de derrapar, casi se levantaron las ruedas de un lateral. Por un momento me sentí como un conductor de esos que ponen el coche a dos ruedas, ahí tela de profesional. Pero bueno, que me voy por las carreteras comarcales, retomemos la autovía.

He estado esta semana haciendo un curso de libre configuración (antes me molaba más decirle libre pérdida de tiempo obligada) sobre cómo hacer mi/tu plan de negocio. Reconozco que antes era bien cerrado de mente para ello, consideraba que los empresarios eran obcecados personajes con el único objetivo de ganar dinero, y aunque sigue siendo así, es una opción que se barajará en mi futuro.

Me han enseñado bastantes cosas que no sabía. Cosas de bancos, de finanzas, de cómo empezar con una empresa, cómo asociarte, qué resultados, que no tareas, debes marcar... Una serie de historias que has de saber como la tabla del epsilon si quieres tener alguna oportunidad con la crisis. Vale, tampoco con esto vamos a ser unos fueras de serie en el mundillo empresarial, pero algo sabremos, digo yo. Quizás un día me sirvan de algo.

Pero por otro lado, he hecho buenas migas con la gente del grupillo. Como éramos 15 personas pues nos dimos a conocer rápidamente la mayoría. Había algunas personas que no se juntaron con nosotros, otros que iban con prisas y alguno que iba a su rollo, mayormente. Nada que objetar a los últimos y penúltimos. Un par de chicas del primero grupo eran para echarlas de comer aparte, taladraron nuestras cabezas con sus voces y el dominio absoluto de "su verdad". En cuanto al resto... Marvelous. Uno que acababa Magisterio de E.F. y sólo quería los créditos, una pedagoga tela de guasona, un aparejador con buenas perspectivas, un industrial que lo iba a dejar para montar su negocio de hostelería, una técnico en prevención de riesgos laborales con ganas de montar un algo que no recuerdo, un LADE para ampliar conocimientos, una casi licenciada en Derecho cuya pasión son los trajes de flamenca y con ganas de aumentar el negocio y un yo, un ingeniero técnico informático ahí metido...

Lo que de verdad me gustaría decir es que de todos aprendí algo, a no tener una idea en la mente y obviar el resto. Concretamente la última chica, la de los trajecitos de flamenca, fue la que más me enseñó de cosas de la vida. Ha pasado por muchísimas más cosas que yo y me hizo ver que mis problemas eran un poco bastante tontos, que ya tendría mayores. Si en realidad lo sabía, pero me ahogaba en mi vaso de agua, me vino genial que me lo recordara. Ella tiene problemas mucho peores que los míos pero ella me ayuda y yo hago lo mismo. Para haber pasado casi toda la semana con ella en el curso, nos hemos llevado bastante (quizás demasiado... porque sé que leerá esto y se picará) bien. Creo que nos entenderemos bastante bien, pensamos en algunos aspectos de forma parecida y en otros ella tiene mi opinión ultra-optimista y de ella obtengo la suya a veces realista, a veces optimista, según la situación. Ha molado un montón el haber conocido esta gente, y ahora veré a la pedagoga en este curso que empieza esta semana, así no estaré solo. Es de violencia de género, y hay muchas tías, me da miedo XD

Por ir cerrando... Por favor, por los niños y por los motores, escribid. Merece la pena, te conoces a ti mismo, conoces a los demás y te conocen más aún. Así que si tenéis algo que teclear, ¡¡¡al turrón!!! En otro caso... ¡¡¡Al turrón también!!!

P.D. Mate mola.